El miedo es una reacción emocional
ante un peligro y puede proteger al niño de determinadas situaciones
peligrosas, es decir, cumple una función evolutiva que está al servicio de la
vida. Los miedos de los niños cambian y se modifican con la edad.
Los primeros miedos de los bebes son a cambios
bruscos en el entorno y ruidos fuertes, ellos lo manifiestan a través de
temblores o llanto. Más adelante temen la separación de las figuras
protectoras, también tienen miedo a estar solos, a la oscuridad, a lugares y
personas desconocidas… Todos estos miedos funcionan como señal de alerta e
induce a los niños a pedir ayuda.
Muchos autores están de acuerdo
que los miedos aumentan desde el momento del nacimiento hasta los siete años, edad en la que suelen
empezar a disminuir.
¿Cómo utilizar los cuentos para
ayudar con los miedos infantiles?
Los niños se identifican con los personajes de los cuentos, sienten su tensión y su ansiedad. A los niños les gusta leer y releer sus cuentos una y otra vez, y aun así, sigue habiendo emoción y tensión hasta el desenlace. Sin embargo, de este modo se van interiorizando los sucesos planteados en los cuentos y cómo ha actuado el personaje principal.
Algunos de los miedos más recurrentes
en los niños son:
- Miedo a la noche, a la
oscuridad y a las tormentas. Existen en el mercado muchos libros para trabajar
este tema, algunos de ellos son: “El caballero miedoso” de Barbara Shook y “Marcos
ya no tiene miedo” de Roser Rius.
- Miedo a los seres
monstruosos y otros seres imaginarios. Este tema es muy recurrente en la
literatura infantil, por eso podemos encontrar multitud de libros de este tema,
por ejemplo: “¿A qué tiene miedo los monstruos?” o “Donde viven los monstruos”
de Maurice Sendak
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